El éxito de la vacunación en pueblos indígenas dependerá de una estrategia intercultural y una campaña de comunicación adecuada. Líderes indígenas y especialistas lo explican.

Servindi, 13 de junio, 2021.- A cuatro meses del inicio de la vacunación contra la COVID-19 en Perú, representantes del Gobierno han anunciado que ya están listos para vacunar a la población indígena.

Sin embargo, el anuncio genera preocupación debido a que hasta ahora no se conoce la estrategia que implementarán para inmunizar a esta población y la campaña de sensibilización apenas inicia.

Líderes indígenas y especialistas explican por qué es importante contar con una estrategia y desarrollar una campaña antes de vacunar a la población indígena. Los detalles en esta nota.

Vacunación incierta

El Gobierno peruano inició el proceso de vacunación el 9 de febrero de este año. En su primer plan de vacunación, incluyó a las comunidades nativas o indígenas en la segunda fase.

Es decir, después del personal de primera línea y los adultos mayores de sesenta años, las poblaciones indígenas serían vacunadas como parte de los grupos de población de mayor riesgo.

Sin embargo, en abril, presentaron un plan actualizado de vacunación que ya no divide la inmunización por fases, sino por una secuencia basada en una estrategia territorial.

En el nuevo plan, se recomendó que la vacunación se realice por grupos de edad (de mayor a menor edad), y priorizando a personas con comorbilidades de alta vulnerabilidad.

También se sugirió considerar a las comunidades indígenas de la selva y sierra con alta vulnerabilidad, para vacunarlos según su ámbito territorial, independientemente de la edad de sus miembros.

Aunque hasta hace poco no se sabía más sobre el proceso de vacunación en la población indígena, recientemente un representante del Gobierno dijo que estaba próximo a iniciarse.

En una entrevista ofrecida el 7 de junio, el viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, señaló que desde el Ministerio de Salud ya estaban listos para vacunar a alrededor de 386 000 indígenas.

“Podríamos empezar la próxima semana en algunos lugares en los que el Ministerio de Cultura y nosotros estemos de acuerdo con las comunidades que se empiece a vacunar”, dijo.

Si bien esta noticia resulta alentadora, hay algo que preocupa: que la inmunización iniciaría cuando aún no se conoce la estrategia que implementarán para llevar adelante el proceso.

Además, la campaña de comunicación para sensibilizar a la población indígena sobre la vacunación, recién parece iniciar, según una publicación hecha por el Gobierno el último 9 de junio.

Ante ello, es válido preguntarse: ¿por qué es importante contar con una estrategia de vacunación y desarrollar una campaña de comunicación antes de vacunar a los ciudadanos indígenas?

Estrategia de vacunación intercultural

Foto MINSA

La elaboración de una estrategia con pertinencia cultural para la vacunación en población indígena fue una de las recomendaciones hechas al Gobierno por la Defensoría del Pueblo.

Desde inicios de este año, el organismo remitió oficios al Ministerio de Salud, el Ministerio de Cultura y a 24 gobiernos regionales del país explicando la importancia de esta estrategia.

En los documentos, señaló que este instrumento permitiría garantizar un proceso de vacunación ordenado, el acceso universal a la vacuna y su aplicación consentida e informada.

Además, precisó que la estrategia permitiría considerar la realidad de los servicios de salud y las complejidades territoriales que existen en las comunidades indígenas.

Nelly Aedo, jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, contó a Servindi que hasta el momento no han recibido una respuesta a sus recomendaciones.

“No hemos recibido una respuesta oficial sobre el documento que enviamos con recomendaciones; sin embargo, declaraciones de funcionarios del Minsa nos dicen que ya estarían próximos a realizar la inmunización”, dice.

Aunque para Aedo esta parece una buena noticia, reitera que la intervención “tiene que pasar por una estrategia con enfoque intercultural que tiene que ser aceptada por la población indígena”.

Nelly Aedo, jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo. Foto: Congreso.

La médico, investigadora y doctora en geografía de la salud, Carol Zavaleta Cortijo, también considera que es importante contar con una estrategia antes de vacunar a los grupos indígenas.

Esta estrategia, indicó, debería considerar el aspecto geográfico, es decir, lo difícil que es acceder a algunas comunidades y lo costoso que resulta el transporte para indígenas de esas zonas.

Ante eso, se debe anticipar en qué puntos se vacunarán y en qué momento; además de facilitar el transporte para que algunos puedan acceder a las zonas donde se realizará la inmunización.

Carol Zavaleta es médica cirujana, investigadora y especialista en temas de cambio climático, seguridad alimentaria, salud intercultural y salud de poblaciones indígenas.

Zavaleta, que además integra la Unidad de Ciudadanía Intercultural y Salud Indígena de la Universidad Cayetano Heredia, señala que también se debe tomar en cuenta el punto de vista socioeconómico.

“Los pobladores indígenas no tienen acceso a una renta económica estable. Eso implica que acceso a dinero es difícil que tengan”, explica la especialista.

Esto, a su parecer, demanda que se definan y comuniquen los centros de vacunación, para que sepan si van a tener que viajar muchas horas, quedarse a dormir o regresar ese mismo día después de vacunarse.

Un tercer aspecto igual de importante es lo cultural. Zavaleta comenta que es importante trabajar con los líderes indígenas y contar con un facilitador, previamente capacitado, que ayude en la traducción durante la vacunación.

“El idioma es bien importante porque un espacio de salud es emocionalmente vulnerable. Imagínese que el que te esté atendiendo no entienda lo que tú le dices y no te pueda transmitir lo que quiere decirte”, señala.

La ausencia de un plan estratégico para la vacunación indígena también ha sido alertada recientemente por las organizaciones indígenas.

El 4 de junio, la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO), de Loreto, señaló que las comunidades siguen preocupadas ante la ausencia de esta estrategia.

“La incertidumbre crece porque hasta el momento no existe un plan de vacunación oficial, ya que sigue modificándose por las autoridades de salud”, señaló la organización liderada por Jorge Pérez.

Desde la Organización Regional Aidesep-Ucayali (ORAU), también han expresado su preocupación frente a la ausencia de este plan y la desinformación que se expande.

“Se hace público que existe la vacuna, pero las poblaciones indígenas no lo conocen aún. Hay una desinformación completa”, dijo el presidente de ORAU, Berlín Diques, el 6 de junio.

La falta de información también fue resaltada por Edwin Montenegro, dirigente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), organización indígena de representación nacional.

“Aún las comunidades no tienen información. Se sabe que en Lima están vacunando, pero no se sabe cuándo ni en qué mes les tocaría a los pueblos indígenas”, dijo a Servindi.

Frente a esto, para Montenegro es clave que, además de considerar el acompañamiento de líderes y mujeres indígenas a la hora de vacunar, se realice previamente una campaña de comunicación.

Información para salvar vidas

Una encuesta realizada en abril pasado a 462 indígenas de Loreto y Ucayali reveló que el 66.2 % de ellos no quiere vacunarse contra la COVID-19, principalmente por falta de información oficial.

Otros motivos que alegaron los ciudadanos indígenas para no vacunarse es el miedo, el “no querer morir” y la desconfianza hacia la vacuna.

La medición fue elaborada por las federaciones indígenas ORPIO y ORAU, en colaboración con varias organizaciones.

  • Acceda al resumen ejecutivo de los “Resultados de Encuesta Indígena sobre Covid-19” a travès del siguiente enlace:

El estudio también arrojó otros datos preocupantes, como que el 83.1 % no sabía que para vacunarse debía firmar un documento de consentimiento.

Este documento sirve para que los ciudadanos informen sobre alergias o condiciones de salud previas al personal de salud y así se eviten posibles efectos adversos de las vacunas.

Un 67.3 % de los encuestados también indicó que no sabía que era posible reinfectarse de COVID-19; y otro 29.2 % señaló que, ante la sospecha o confirmación de la enfermedad, toma medicamentos sin receta.

Además, el 90.5 % dijo que no sabía detectar la información falsa sobre la COVID-19, lo que termina de confirmar la situación de vulnerabilidad a la que están expuestos los pueblos indígenas.

Para la especialista Carol Zavaleta, la campaña de comunicación es clave para combatir esta falta de información, además del miedo y la desconfianza en la vacuna, datos arrojados en la encuesta.

“El miedo es normal. Una forma de vencerlo es explicando que la vacunación es un proceso seguro que ayudará a evitar cuadros moderados y severos. El miedo sí se puede combatir con la información”, dice.

Nelly Aedo, de la Defensoría del Pueblo, también destaca que es importante el desarrollo de una campaña de sensibilización antes de ingresar a vacunar a las comunidades.

Señala que la información que se debería brindar en lenguas nativas y con enfoque territorial, debería estar centrada en atender las preguntas frecuentes que hay sobre la vacunación.

Es decir, por qué es importante vacunarse, qué vacunas se aplicarán, qué tipo de protección dan las vacunas, y cuáles son los efectos adversos o secundarios que se pueden presentar.

Asimismo, considera que se debe transparentar qué estrategia se utilizará para llegar a las comunidades, el cronograma que se empleará y el número de población a vacunar.

“La campaña de vacunación no va a tener la acogida esperada si es que previamente no hay esta necesaria sensibilización con la población”, advierte la representante de la Defensoría del Pueblo.

La importancia de una estrategia intercultural adecuada y una campaña de comunicación para vacunar a la población indígena también ha sido reconocida a nivel internacional.

El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC) lo resalta en su reciente informe “Pueblos indígenas y vacunación contra COVID-19”.

“Se requieren estrategias y campañas de vacunación con pertinencia cultural, que contemplen y respeten, desde los idiomas locales hasta las dimensiones de salud propias de los pueblos y comunidades”, indican.

Líneas seguidas, advierten: “Sin ello, es altamente probable que se fracase en la masificación de las vacunas”.

El viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, ha adelantado que, para cuando llegue el 28 de julio, fecha del cambio de Gobierno, esperan haber iniciado la vacunación en algunos grupos indígenas.

No precisó cómo se hará la vacunación, cuándo iniciará ni en donde se inmunizará inicialmente.

Mientras tanto, en regiones como Loreto y Ucayali, las federaciones indígenas ORPIO y ORAU han iniciado, con el apoyo de aliados, una campaña informativa sobre la COVID-19 ante la ausencia del Estado.